El texto titula nada menos que La esclava de mi familia y narra cómo una mujer filipina, bajo esa condición de servidumbre, atendió a la familia de Tizon durante 56 años, desde hasta Tizon falleció en marzo de este año y el artículo fue publicado poco después en la conocida revista literaria estadounidense The Atlantic. La esclava La esclava en mi familia es un recuerdo confesional en el que Alex Tizon recuerda a Eudocia Pulido, que había sido un regalo de su abuelo a su madre y que sirvió a la familia durante 56 años sin ninguna paga. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Una aprendiz trabaja en una escuela para sirvientas en Filipinas, en La palabra esclava en el artículo es un detonante que pone al descubierto cómo la servidumbre familiar es parte de la cotidianidad de los filipinos, tanto en nuestro país como fuera de él. Pocos en Filipinas tienen recuerdos de su infancia sin la presencia del yaya cuidador de bebésel utusan el mandadoel katulong ayudanteel kasambahay compañero de casay ahora, la trabajadora doméstica industrializada.
El adoctrinamiento tenía que alcanzar a todas las clases sociales. Para decirlo de forma abreviada, se trata de acusar que la familia se construyó denial solo a través de acciones concretas, sino que su existencia se configuró a través de un arquetipo constituido con supuestos morales, religiosos e ideológicos que sirvieron para establecer idealmente cómo debía ser. Si es de mala condición, feroz y desatento, considere que es su esposo. Como virtudes de la esposa se subrayan la discreción, clemencia, abnegación, y que sea activista de las virtudes de su esposo. La Virgen María es el modelo ideal de esposa, para Arbiol.
